Otra vez domingo y otro domingo que tengo un poquito de tiempo para cocinar y comer sano, así que estamos de enhorabuena.
Este fin de semana, se ha celebrado el XV concurso de tapas de Zaragoza y aunque me hubiera encantado ir, no ha podido ser. Si sumamos esto al hecho de que hace más o menos un año que trabajo en una huerta con mi padre y tengo muchísimas hortalizas (súper sabrosas por cierto), he pensado en cocinar alguna receta de la tierra que me vio nacer, Aragón.
Como no solo de ternasco vive el hombre, hoy he querido cocinar algo con pescado, y como acompañamiento, me he decidido por una salsa “chilindrón”, receta predominante en Aragón y la zona de la Ribera Navarra.
Los platos más típicos que se cocinan con esta salsa, son el cordero al chilindrón y el pollo al chilindrón, pero tengo que deciros, que como acompañamiento le va bien a toda clase de carnes y pescados.
El resultado de mi bacalao al chilindrón, es el que veis en la foto.
Ingredientes para dos personas.
- Bacalao (1 lomo o pieza por persona).
- 1 pimiento morrón.
- 1 pimiento verde.
- 2 dientes de ajo.
- 1 cebolla (pequeña).
- 1 tomate maduro.
- ¼ de una guindilla.
- Azúcar.
- Tomillo.
- Harina.
- Aceite.
- Sal.
Modo de preparación.
Lo primero que vamos a hacer es empezar a preparar todo lo que vamos a necesitar.
El chilindrón es una salsa en la que predominan las hortalizas de color rojo, pero esto no quiere decir que no se le puedan añadir otras (como la cebolla y el pimiento verde), es más, van a conseguir que la salsa sea mucho más sabrosa para la vista y el olfato.
Para preparar la salsa, vamos a coger los pimientos, y los vamos a cortar a tiras, el tomate, lo vamos a pelar (puedes escaldarlo antes para que sea más fácil) y lo vamos a cortar a taquitos y el ajo lo vamos a laminar.
El bacalao lo vamos a enharinar.
En una sopera, vamos a poner un poquito de aceite y la vamos a llevar al fuego, añadiendo la guindilla y los ajos laminados a la misma. Cuando los ajos comiencen a dorarse, vamos a añadir el bacalao y lo vamos a cocinar hasta que también esté dorado. Cuidado con los ajitos laminados no se nos vayan a quemar.
Una vez tengamos los lomos de bacalao dorados, vamos a retirarlos a un plato y los reservamos y en el aceite donde los hemos dorado, añadimos la cebolla y los pimientos. Si hay un poquito de harina en el aceite no te preocupes que esta donde tiene que estar.
Cuando los pimientos y la cebolla comiencen a estar blanditos, significa que ya se están cocinando, entonces, añadimos el tomate y revolvemos. Pasados unos 2 minutos añadimos a la sopera media taza de agua (taza de café) y dejamos que se cocine 10 minutos más.
Ahora que ya han pasado los 10 minutos, nos queda añadir los lomos de bacalao que hemos cocinado anteriormente, espolvoreamos todo con tomillo, tapamos la sopera, bajamos el fuego (al mínimo) y lo dejamos dos minutos y ya lo tienes listo para servir.
Música de acompañamiento.
Hay cambios en el blog, y a partir de ahora, cada vez que pongamos un receta, hablaremos también del disco que hemos escuchado mientras la cocinábamos – comíamos.
Hoy dado que la receta ha sido Aragonesa, el grupo también es aragonés.
El niño gusano y Circo Luso.
El niño gusano, fue un grupo que apareció en Zaragoza en la década de los noventa destacando en el panorama indie nacional por la psicodelia y surrealismo (adjetivo que siempre rechazaron) de sus canciones y discos.
Pese a reunir una gran calidad musical por parte de sus integrantes, nunca lograron el éxito masivo y se separaron en el año 99 del siglo pasado dejándonos cuatro discos fabulosos (3 de estudio y un cuarto de b-sides, rarezas etc.).
Tras la separación de El niño gusano, sus miembros han participado en Muy Poca Gente, La Costa Brava, Tachenko y The Secret Society.
Circo Luso fue su primer álbum, un disco grabado con un presupuesto reducidísimo, en el cual no pudieron meter todos los temas que querían y los arreglos eran escasos, pero brillaba con luz propia. El disco desde luego se podía mejorar (y con el tiempo regrabaron alguna canción) pero sonaba con talento.
Os dejo con La mujer portuguesa, canción que abría el primer disco de una de las bandas de culto que ha dado este país.
Este es el sencillo homenaje que queremos darle a Sergio Algora, ya que hace poco más de un año que nos dejo sin su música.